¿Hace falta la clase de religión?

LoloActualmente, según la LOE en su disposición adicional segunda, “se incluirá la religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos”.

Sin embargo los cambios que se están produciendo en nuestra sociedad proponen eliminar la formación religiosa del sistema educativo. Deberíamos reflexionar sobre esta idea.

Como tantos otros, cuando mi mujer y yo nos casamos por la Iglesia aceptamos el compromiso de educar a nuestros posibles futuros hijos en la fe de la Iglesia Católica. (Actualmente tenemos seis hijas).

Estamos convencidos de que éste es el legado más importante que podemos dejarles a ellas, por encima de unos estudios o de bienes materiales. La noticia más importante que pueden recibir es que Dios nos ama a todos sin límite, hasta el extremo de entregar a su Hijo por nosotros, aun sabiendo como somos en realidad. Y que este amor lo recibimos gratuitamente, sin exigirnos nada a cambio.

Sin tener en cuenta las creencias de cada uno, no se puede negar que vivimos en una sociedad que está impregnada de la cultura católica. Privar a los niños de aprender el porqué de muchas de nuestras tradiciones es impedirles que se desarrollen de una forma completa.

Que triste es, por ejemplo, que muchos compañeros de mis hijas cuando van a un museo no sepan ni entiendan que es lo que están viendo o no entiendan el sentido de una pieza musical, y todo por falta de una cultura religiosa.

Hay muchas cosas que se han hecho tan naturales en nuestro entorno como el concepto de semana, no trabajar los domingos, las vacaciones, nuestras fiestas y tradiciones culturales (Navidad, Semana Santa, Fallas, la Inmaculada, etc..), gran parte del arte, de la música y de la literatura, la dignidad de la mujer, el trato a los niños, el respeto al cuerpo, la fidelidad, el respeto a los mayores, la familia, etc. … que tienen un mismo origen.

Sólo por curiosidad deberíamos conocer el porqué de todo esto, pero es que además la formación religiosa aporta mucho más.

La responsabilidad de la educación de nuestras hijas es nuestra, y debe ser consecuente con nuestra forma de pensar y nuestras creencias. El hecho de que deleguemos la enseñanza en la escuela pública (en nuestro caso) no puede provocar que tengamos que renunciar a nuestros criterios ni creencias. Este principio es válido para todo tipo de centro educativo. El estado tiene la obligación de velar y respetar nuestros intereses. (Constitución Española, artículo 27.3)

La clase de Religión no es una catequesis en su sentido literal, no debe confundirse con la preparación para recibir determinados sacramentos, para esto está la parroquia. Lo cual no es impedimento para que si el centro escolar ofrece la preparación para determinados sacramentos los padres se acojan a esta posibilidad, pero deben de estar perfectamente diferenciados los dos ámbitos: el docente y el catequético.

Al igual que todos los padres, también nosotros buscamos le mejor formación para nuestros hijas. La asignatura de religión se incluye dentro de la formación integral de la persona. La espiritualidad y los valores forman parte de nosotros y tienen un lugar importante, y estos se dan dentro de la asignatura de Religión. No podemos dar una formación integral a nuestras hijas si excluimos partes fundamentales de su ser.

Manuel Tarragona Romero
Arzobispado de Valencia
Comisión de Enseñanza y Educación Católica
Secretariado de Padres de la Delegación de Enseñanza

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