ManoloCuando realizas una mirada retrospectiva al pasado, recuerdas cómo la EDUCACIÓN era un gran eje primordial de la formación integral y personal de los jóvenes. Sin entrar en matices de la época, años 60 y 70, década en la que el Ministro de Educación elaboró una Ley liberal y avanzada para su tiempo, que incluso fue copiada por países de Europa.

Se cursaba una asignatura “EDUCACIÓN CÍVICO-SOCIAL”, la cual nos preparaba complementariamente y nos enseñaba a comportarnos, desarrollando nuestra personalidad en todos los ámbitos: URBANISMO,DISCIPLINA, AUTODISCIPLINA, RESPETO en toda su extensión, COMPORTAMIENTO, TRATAMIENTO, conceptos como EL BIEN Y EL MAL, LA FAMILIA, figura ésta con entidad propia, y valores éstos que las nuevas generaciones no han adquirido, por dejadez, apatía o por intereses particulares.

Eran generaciones nacidas en los años 60-70, preparadas y cualificadas académica y socialmente para futuras responsabilidades laborales, profesionales, familiares y de dirección o mando. En una palabra, la EDUCACIÓN INTEGRAL se mimaba, como no podía ser de otra manera, se educaba a la persona no como individuo sino como parte de una comunidad, familia, grupo, colegio,….

Posteriormente hubo reformas educativas a la carta con tintes partidistas (……LOGSE, LOE). En definitiva se ha pasado de considerar la Educación como pilar de nuestra sociedad del presente y futuro, a perdernos en políticas partidistas, a dotarla de contenidos subjetivos, reinventar nuestra historia pasada y presente con tintes nacionalistas y progresistas, utilizando la lengua materna no como vehículo de comunicación oral o escrito, y considerar a los centros de enseñanza como laboratorios en los que se realizan experimentos, y nuestros hijos son los cobayas.

Nuestros hijos se merecen lo mejor y debemos preocuparnos de sus necesidades y cubrírselas. Queda palpable lo que se está realizando y lo que se pretende realizar, hacia donde nos están llevando y nos quieren llevar: esta metodología tiene un estructura con más de 200 años de antigüedad. Nos toman por necios y toman a la sociedad como un campo de cultivo o laboratorio. Sólo hay que ocuparse de la enseñanza que reciben nuestros hijos, de las personas veladoras y valedoras que administran la justicia, de la seguridad y poco más. Con estas semillas en la mano, lo que crecerá en pocos años será distinto, y hoy ya se está viendo. “Arrancamos las malas hierbas del cristianismo y sembramos la ideología del progreso; arrancamos las malas hierbas del orden y seguridad y prometemos un futuro mejor; exterminamos esa institución opresora denominada familia y sembramos nuestra doctrina en los corazones de unos niños que serán educados única y exclusivamente por el Estado; y seguimos sembrando con nuestros periódicos y medios de comunicación”. Así cambiarán el corazón de la sociedad, se le da una patada al corazón casposo y carcomido, y tendremos una nueva sociedad ¿progresista?

Si los resultados de la LOGSE y LOE en nuestros hijos son tristes y preocupantes, faltaba el primo de Zumosol, “la EPC”, asignatura que aglutina lo expuesto en líneas arriba, la cual se postula como foro contemporáneo y guía de nuestro hijos, adoctrinándolos sin el consentimiento que todos los padres tenemos para y con nuestros hijos. Convirtiendo lo absoluto en relativo y haciendo oídos sordos de las preocupaciones de los niños.

Al hilo de este punto, considero importante reflejar un ejemplo de lo que recientemente la Junta de Andalucía considera que un niño de 8 a 12 años le preocupa: “El orgasmo: ¿La penetración es importante para alcanzar el orgasmo? ¿El orgasmo se alcanza después o durante la penetración?”, preguntas que como todos sabemos a los niños de esas edades les preocupa, eso sí, sin preguntarse si el niño conoce tal vocablo, porque al niño lo del orgasmo le suena a un tipo de mono o primate que reside en la Antillas, y por supuesto cuando a un niño/a se le dice que de mayor no podrá casarse con su mejor amigo/a, del mismo sexo, naturalmente explotará en un llanto que no tendrá consuelo, que necesitará del apoyo psicopedagógico. Ironías aparte, el culmen de este gran logro educativo llega, como se decía en la antigüedad, con la composición musical que aglutina toda la fortaleza educativa, musical, histórica y cultural, el alumbramiento que representa a una nación que está enferma: hablo de la canción del “Chiqui-Chiqui”, convertida por los niños y no tan niños en una canción de moda. El análisis de la misma conllevaría otro punto y aparte, pero eso lo dejaremos para otra ocasión en que me encuentre anímicamente más fuerte y entero, ya que cuando la oí por primera vez, sufrí una parálisis facial acompañada de una apertura bucal nada desdeñable. Si esto es lo que les espera a nuestros hijos educativamente hablando, seamos padres, familias y luchemos por el presente y el futuro de nuestros hijos.

¡¡¡ÁNIMO!!!

 

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