La Familia, escuela de valores

RecioLa familia es la institución vital para la sociedad, por tanto, es también la primera escuela de valores sociales, que todas las sociedades necesitan. En ella debe favorecerse la formación integra de los hijos. Los padres deben formar a los hijos, con confianza y valentía, en los valores esenciales de la vida humana.

Es fundamental para una buena educación, que exista diálogo y colaboración entre familia y escuela. Si, en libertad, los padres optan por una formación cristiana y eligen una escuela católica, no deben ser obstáculo para las actividades de carácter religioso que se programen en los colegios, sino que deben apoyarlas incluso con su asistencia. La incoherencia va contra la buena educación.

Nuestros jóvenes están influidos por una sociedad hedonista, consumista y relativista. Hoy todo vale y el único argumento que se esgrime es: ” esta es mi opinión “. No cuentan los valores del servicio, el agradecimiento, el esfuerzo, las buenas formas. . .

Se mueven en una cultura muy superficial.

¿En qué lugar han quedado las Humanidades? En una sociedad materialista y pragmática muchos se preguntan ¿para qué sirve la Filosofía, Ética, Historia, Literatura, Música. . .? (asignaturas a las que han reducido horas en el currículum). Sin embargo estas materias son insustituibles. Y ¿el diálogo entre fe y cultura? No se puede entender nuestra Historia, nuestra literatura o el arte, si desconocemos el hecho religioso.

Por lo tanto, es fundamental el estudio de la Religión o Historia de las religiones y no puede ser sustituido por una educación para la ciudadanía.

Ante la pregunta ¿Qué tipo de ciudadanos queremos que sean nuestros hijos y alumnos?, la respuesta tendría que ser : personas que busquen la paz y trabajen, desde sus profesiones, para conseguir un mundo mejor en el que predominen los valores de: justicia, libertad, verdad, bondad. . .

María Jesús Recio

Profesora del Colegio Santísima Trinidad de Valencia

DECANA del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Valencia

 

«Y vio Dios que todo era bueno»

Vicenta RodríguezEl poético Libro del Génesis nos relata la Creación del mundo y aquella magnífica frase: “Y vio Dios que todo era bueno”. Parece el final feliz de una historia de amor… y ciertamente lo era.

Pero luego, una se levanta por la mañana a toque de despertador y comienza a correr: del baño a la cocina para preparar los desayunos, luego a levantar al mayor que no llega a tiempo al colegio, la pequeña ha tenido fiebre, a ver quién se la queda porque no puede ir a la Escuela Infantil… y así hasta la noche, sin parar y viendo en los medios de comunicación desgracia tras desgracia y una se pregunta con la crema de noche en la cara y el cuerpo molido de todo el día ¿dónde está lo bueno? ¿qué provecho le saco yo a este ajetreo diario?

Y nosotros nos preguntamos dónde está la lucha de nuestros hijos, cuál es su campo de batalla diaria y dónde está el espacio que los padres les dejamos para que se enfrenten.

¿De verdad dejamos sitio a nuestros hijos para que ayuden, participen y colaboren en el hogar?

Tenemos que propiciarles la suerte de tener la oportunidad de enfrentarse a situaciones donde puedan aprender y donde tengan la opción de ofrecer lo mejor de ellos mismos. En ocasiones nuestro exceso de mimo, de deseo de aliviarles cualquier tipo de dolor, de que no sufran por nada y ante nada, no es lo mejor que les podemos ofrecer.

Por ello es muy importante aprender y educar en la “resiliencia” (hacer frente a las dificultades de la vida, superar las tensiones del mundo de hoy, desarrollar competencias sociales).

La familia y la escuela pueden brindar el ambiente y las condiciones que promuevan la resiliencia o resistencia en los niños:

¨ Ayudarles a enriquecer las relaciones sociales, para que sean socialmente competentes, con unos fuertes vínculos positivos.

¨ Enseñarles habilidades para la vida: resolución pacífica de conflictos, darles estrategias de asertividad y destrezas para buscar soluciones a los problemas.

¨ Poner límites claros y firmes, normas cortas pero que se han de cumplir y todo ello aderezado con el afecto y el apoyo, que nunca están reñidos con la disciplina.

¨ Establecer para los hijos unas expectativas elevadas pero no imposibles de alcanzar. No se pueden sentir subestimados pero tampoco agobiados por un listón inalcanzable.

¨ Acompañar al hijo para que sea firme en sus propósitos y que tenga una visión positiva de su futuro.

Lejos de mi intención está ofrecerle un recetario, pero son pequeñas artimañas que bien utilizadas nos pueden ayudar a mejorar la resiliencia propia y la de nuestros hijos. Tal y como está nuestra sociedad hay que aprender en la universidad de la vida y enseñar en la escuela del hogar.

Las personas con alto nivel de resiliencia sacan el mejor partido a este mundo, no luchan contra los cambios, sino que tratan de influir en los acontecimientos de modo que las cosas salgan bien, se trata de reconducir las energías para tratar de convertir las adversidades en circunstancias positivas.

Aprender a leer la realidad y los acontecimientos, no sólo vivirlos y sufrirlos o gozarlos, también reflexionarlos para sacar la sabiduría que encierran. La próxima vez, en lugar de encogerse y acobardarse, láncese a buscar soluciones distintas y creativas.

Así al terminar el día y revisar la jornada podrá decir: “y todo mi día ha sido muy bueno”.

Vicenta Rodríguez Arroyo
Presidenta de FERE-COVAL

EpC – Educación para la la Ciudadanía

VicentaAmanece un nuevo curso y con él la llegada de anhelos e incertidumbres. Se estrenan libros y programas. Familia y escuela se unen al yugo de la tarea compartida: Educar, sin más calificativos, porque nuestro objetivo común es acompañar a los hijos-alumnos hacia la más alta categoría que el ser humano puede alcanzar: SER PERSONA (buena, cívica, instruida, feliz, solidaria…).

Las inquietudes de muchas familias por la nueva asignatura “Educación para la Ciudadanía”, se ven acrecentadas por los medios de comunicación que interpretan y distorsionan el tema, desde FERE queremos contribuir a pacificar ánimos y a clarificar posturas, indicando la nuestra:

  • No rotundo a Educación para la Ciudadanía. Siempre hemos defendido la educación en valores en los centros educativos, pero no consideramos necesario que se integren en una nueva asignatura, así lo manifestamos con el voto en contra en el Consejo Escolar del Estado.
  • Una vez aprobada, sin consenso, su implantación, no nos quedó más remedio que acatar la legalidad y encaminar nuestra tarea a la adaptación de la asignatura al carácter propio de nuestros centros. El MEC se comprometió a retirar los puntos más conflictivos de la asignatura y a respetar nuestro ideario católico.
  • Podemos ofrecer a los padres de nuestros alumnos una firme garantía sobre la adaptación de Educación para la Ciudadanía en los centros católicos, por ello no consideramos conveniente que en nuestros centros se presente la objeción de conciencia, no obstante, como ha señalado la Conferencia Episcopal, apoyamos las iniciativas legales que los padres estimen necesarias en los centros públicos.

Estamos elaborando un manual de apoyo al profesorado para impartir la asignatura, fundamentado en la doctrina social de la Iglesia y en los textos católicos. Los padres de nuestros centros, en ningún momento deben temer por el tratamiento que vamos a dar a la asignatura.

El presidente de la Conferencia Episcopal, D. Ricardo Blázquez, ha reconocido a FERE-CECA como una institución que “siempre ha actuado en comunión eclesial, al servicio de la Iglesia y de la Sociedad”. En este complejo momento, no exento de críticas, agradecemos sus palabras.

Desde siempre familia y escuela han sido la pared firme en la que los hijos-alumnos han tenido -como la hiedra – que agarrarse para crecer. La tarea educadora requiere la unión de nuestros criterios y la defensa de los mismos principios. En nuestras Comunidades Educativas seguimos trabajando por una convivencia más pacífica y más justa para todos, con o sin la imposición de la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Vicenta Rodríguez Arroyo
Presidenta de FERE-COVAL

Becas de estudio CEU y CONCAPA-CV

 

 

 

La Confederación de Padres de Familia y Padres de Alumnos de la Comunidad Valenciana (CONCAPA-CV), integrada entre otras por FCAPA, y la CEU UCH tienen un convenio específico de colaboración para la adjudicación de 50 becas de estudio de forma gratuita, en cualquier titulación, para estudiantes que vayan a cursar el primer año, siempre que los interesados cuenten con nota media de Sobresaliente o Matrícula de Honor en el conjunto de asignaturas de los dos cursos de Bachillerato.

Para ampliar información podéis contactar con la Federación.