25 aniversario Juniors Movimiento Diocesano
Juniors Movimiento Diocesano, desde su fundación en el año 1982, se ha convertido a lo largo del tiempo en una realidad clara, concreta y fundamental en la pastoral para la infancia y la juventud de la Diócesis de Valencia. En todo este tiempo se han sucedido cambios sociales, educativos, económicos e incluso nuevas líneas y propuestas catequéticas, eclesiales y pastorales. Juniors M.D. no ha sido ajeno a estos cambios y ha ido adaptándose para acercar el mensaje de Jesús, haciendo que su Palabra esté presente en la vida de niños, adolescentes y jóvenes contribuyendo a su educación cristiana.
Como consecuencia de los cambios que afectaron a la sociedad en los años 80 que afectaron al Movimiento Junior de A.C. en Valencia, se reforzó progresivamente la autonomía de la delegación valenciana, visible en la formación de sus miembros y en el amplio grado de autonomía organizativa de sus centros. Era una época de fuertes cambios sociales que llevaron a situaciones problemáticas a muchos centros dentro de sus parroquias, a reorganizar el Movimiento en comarcas en lugar de en vicarías e incluso provocó que la responsabilidad diocesana del Movimiento quedara en manos de una coordinadora formada por representantes de cada uno de los centros existentes. Fue el momento del nacimiento de nuestro movimiento tal y cono lo conocemos actualmente.
Hoy en día existen cerca de 150 Centros Juniors distribuidos por toda la geografía diocesana que comprende todas las comarcas de la provincia de Valencia y las del norte de Alicante. Con ello Juniors está presente en una realidad muy amplia, y siempre en unidad a la que se pertenece.
En muchos casos la propia parroquia, al estar vinculada a un colegio, la actividad de Juniors se plantea como una oferta educativa de la escuela en el tiempo libre y trabaja en colaboración con ella en muchas iniciativas de carácter educativo.
De hecho, nuestro Movimiento, desde su fundación se planteó desarrollar un proyecto educativo que abarcara desde la infancia hasta la adolescencia, y más recientemente se amplió para incluir a la juventud. Dicho proyecto es el resultado de una reflexión sobre el análisis de la realidad de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, sus necesidades educativas y emocionales, sus cambios psicológicos y psíquicos organizados en niveles y estadios de desarrollo recogidos finalmente en ocho itinerarios que se trabajan simultáneamente. El niño o niña comienza en Juniors formando parte de un equipo llamado Pacto, recibe este nombre porque al acabar su primer año realiza un pacto con su grupo de compañeros con los que quiere seguir formando parte en el centro afianzado así sus relaciones intragrupales. Más adelante, se inicia en el tiempo de la Identidad, reconociendo la realidad de Juniors y de la propia parroquia, para que una vez llegado/a a la adolescencia comience el tiempo de la Experiencia unido a un momento en su vida en el que se encuentra sometido a constantes cambios. Los primeros años de la adolescencia dejan paso al tiempo del Estilo de Vida porque llegado a este punto el adolescente ha de convertirse en una persona de acción en la sociedad y un sujeto crítico entorno a todo aquello que gira a su alrededor. Por último, los años de la juventud quedan organizados en el tiempo de Compromiso, afianzando este valor como un distintivo de madurez personal y camino hacia la edad adulta.
Por otra parte, la organización de Juniors como movimiento se realiza en tres niveles. El primero de ellos y el más inmediato para el niño o el adolescente es el propio Centro al que pertenece, su comunidad parroquial o escuela. Es allí donde lleva a cabo una actividad más continuada, reconoce a su equipo de compañeros y donde comparte el mayor tiempo libre. Normalmente esta dinámica se lleva a cabo los fines de semana, en concreto los sábados de mañana o de tarde dependiendo de cada Centro. Pero al tratarse de un movimiento, desde Juniors se favorece el encuentro con otras realidades semejantes y con el resto de los Centros de su propia Zona o Vicaría en actividades puntuales como los Días Juniors o jornadas festivas de encuentro y los Festivales de la Canción que congregan a numerosos niños.
Por último existe un último nivel que da sentido a la diocesanidad implícita en nuestro Movimiento, y que en algunas ocasiones pasa más desapercibida al no limitarse a momento de reunión de los centros. Desde el equipo diocesano se elabora, por ejemplo una campaña anual de formación y animación, se acuerdan los objetivos del curso, se distribuye otra seria de materiales como las propuestas formativas para los tiempos litúrgicos y un sinfín de recursos para la animación. En cualquier caso, son las convivencias y los campamentos de Pascua y verano, las actividades que mayor interés despiertan entre nuestros niños y adolescentes, pues en ellas se trabajan los valores de la convivencia en equipo o el respeto hacia los demás. Sin duda es durante los campamentos cuando se vive una auténtica experiencia que da sentido a nuestra finalidad educativa en el tiempo libre. Cualquier padre o madre interesado en la propuesta educativa de Juniors, sólo tiene que dirigirse al Centro Juniors más cercano o bien al equipo diocesano que le informará de la implantación territorial del Movimiento. En estos 25 años que celebramos a lo largo de este curso Juniors M.D. evoluciona y se adapta a las nuevas realidades, no ha cesado en desarrollar proyectos, innovar y actualizar actividades, potenciar la identidad, abrir nuevos horizontes, dejar las puertas abiertas a nuevos planteamientos, a nuevas ideas…, un trabajo de futuro con el mismo estilo que siempre nos ha identificado.
Juniors, ¡Siempre Unidos!
Carlos Chova Morant
Presidente Movimiento Junior
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